Muchos platos de la cocina peruana son el resultado del maravilloso mestizaje entre potajes de otras culturas y el paladar peruano acostumbrado a la riqueza de los productos propios de Perú, es así como vemos la fusión maravillosa de la comida oriental o la africana con la peruana, es por eso que el famoso Ají de Gallina no se queda atras en su curioso inicio...
En la antigua España se preparaba un dulce a base de harina de arroz, azúcar y gallina deshilachada, cuenta la historia que esta versión era impropia para los días de abstinencia (en los cuales la Iglesia dicta que no se puede consumir carnes) y por lo tanto se creó una alternativa sin gallina, no sabemos cuál de las dos versiones llegó a Perú pero lo cierto es que con el paso del tiempo las manos de mujeres peruanas acostumbradas a cocinar con ajíes y condimentos propios transformaron ese manjar blanco de gallina en el delicioso plato que hoy conocemos.
El Ají de Gallina es un plato popular, un plato de diario, antes no había bautizo ni reunión familiar donde no se degustara un buen plato de este potaje, actualmente por el elevado precio de la gallina y para facilitar la cocción se utiliza pollo.
Ingredientes para 4 personas:
1 pechuga de pollo
1 cebolla cortada grueso
1/2 cucharadita de ajo molido
1 tarro de leche evaporada
1 pan de molde chico (sin corteza)
2 o 3 ajíes amarillos ( son color naranja y se compra en La Vega)
2 cucharadas de nueces finamente picada
2 cucharadas de queso rallado
1 papa grande cocida (el original es con papa amarilla)
Acompañamiento:arroz blanco
Adornos: huevo duro y aceituna negra
Preparación:
Cocinar la pechuga de pollo en agua.
Remoja el pan en el caldo donde cocinaste el pollo teniendo cuidado que esté frío.
En una sartén con aceite freir la cebolla trozada, el ajo y el ají sin pepas ni venas, sofreir hasta que la cebolla esté transparente.
En la licuadora pon la preparación de la sartén y el pan remojado en el caldo.
Licúa bien ayudándote de pocos de caldo y regresa esta pasta a la olla revolviendo a fuego bajo, agrega el pollo deshilachado y leche evaporada, la cantidad de leche evaporada es mas o menos 1/2 tarro, incorpórale las nueces picadas y el queso rallado, si te queda muy espeso puedes agregarle más caldo, déjalo tomar punto y corrije la sal. Lo típico de este plato es que el pollo va deshilachado no picado.
Cuando esté cremoso moldea una porción de arroz en cada plato, al lado pon una tajada delgada de papa, encima de la papa vierte una cucharada generosa del guiso y adórnalo con una tajada (o un cuarto de huevo duro) y un par de aceitunas negras en cada plato.
Variantes:
Si bien es cierto que la versión original es con pan, la modernidad nos permite hacerlo con galletas de soda ya que no es necesario remojarlas y se ahorra tiempo, yo en vez de pan le pongo más o menos 10 galletas pero si lo haces así tienes que tener en cuenta que las galletas tienen sal.
Hay personas a las cuales les gusta agregarle un poco de crema de leche pero la verdad es que no necesita, la preparación es de por si muy cremosa.
Hay personas a las cuales les gusta agregarle un poco de crema de leche pero la verdad es que no necesita, la preparación es de por si muy cremosa.
Por otro lado conozco personas que le ponen un solo ají y el color típico se lo dan con una puntita de palillo,es un condimento peruano que venden en La Vega o tiendas de productos peruanos, si se usa una puntita no le cambia el sabor, en todo caso si a los ajíes se se les saca bien las pepas y se le raspan bien las venas el resultado es un punto de picante agradable y típico, otra forma de bajarle el picante al ají es ponerlos en una olla con agua fría (después de sacarles las pepas y venas) y esperar que rompa el hervor, botar esa agua y volver a hacer lo mismo para que estén más suaves.
Hasta la próxima....creo que será algo dulce, ya toca.....
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